Elvira Molina Fernández del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada, narra su experiencia en esta época de confinamiento y docencia online.

Durante este tiempo excepcional estamos adaptando nuestra docencia a una metodología virtual. Pero una de las novedades que nos encontramos al hacerlo es que la situación que la ha originado es preocupante, sobrevenida y provocada. No se trata de una situación de docencia virtual al uso, sino en un contexto extremadamente estresante que necesita de espacios comprensivos con ello.

Por ello, os propogo que vuestras sesiones virtuales sean mucho más que una expresión de conocimiento y que permitan también la expresión de las emociones y los tiempos de escucha. ¿Cómo hacerlo?

  • Reconocimiento. Dado que no siempre es fácil hablar de nuestras emociones, podemos empezar reconociendo la situación y el esfuerzo emocional que estamos realizando. A veces, unas sencillas palabras son reconfortantes.
  • Dando tiempo para la expresión. Si os sentís con la confianza suficiente con vuestro grupo podéis expresar cómo os encontráis y luego dar un tiempo para que el estudiantado que quiera pueda hacer lo mismo.
  • Hacer grupo. Podemos aprovechar cada sesión para afianzar nuestro sentimiento de grupo, por ejemplo visibilizando en las RRSS lo trabajado.

Creo que debemos tener presente que el estado emocional del estudiantado es fundamental para su aprendizaje, y como docentes también podemos actuar al respecto.

Feliz docencia virtual.

Elvira Molina Fernández del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Granada

El recurso procede de la iniciativa UGRenCasa impulsada por Medialab UGR.