Ayer se celebró en la Universidad Carlos III de Madrid el III seminario de la Cátedra Unesco de Educación Digital bajo el título The impact of newest educational technologies on on-campus education. Tuve la suerte y el honor de que me invitaran como ponente y de compartir mesa con Johannes Heinlein, Vicepresidente de edX y de tener como moderador a Carlos Delgado Kloos, Vicerrector de la UCIII Madrid y Director de la Cátedra UNESCO. Y la suerte también de compartir la tarde con un más que interesante y profesional público.

Victor Bezrukov. Flickr cc-by-nc

Victor Bezrukov. Flickr cc-by-nc

Carlos Delgado hizo una excepcional presentación del contexto y la evolución actual de los MOOCs en entornos universitarios y nos presentó una completa foto de las principales tipologías y formas de utilizar los MOOCs en estos momentos para mejorar el aprendizaje on-campus. Atendiendo sobre todo al cuándo y cómo se utilizan en relación con la formación presencial, Delgado Kloos presentó una variada casuística que iba desde lo que denominó Local Digital Prelude (curso cero digital previo dirigido a los estudiantes antes de comenzar su grado por ejemplo), al ExtOC (algo así como una Extranet dirigida a un entorno ampliado de estudiantes y familia), pasando por lo que él denominó un Digital Sandwich, consistente en intercalar un curso online entre dos periodos de formación presencial.

Por su parte, Johannes Heinlein hizo un exhaustivo repaso de las áreas de investigación que están desarrollando en edX (muy centrados en temas como el analytics, peer learning y mobile learning), nos recordó su carácter de organización non-profit y su apuesta y compromiso por la investigación en la mejora de la experiencia de aprendizaje de los alumnos y su apuesta también por desarrollar una plataforma abierta y opensource disponible para que terceros puedan utilizar y mejorar. Insistió en el papel cada vez más relevante y exigente que deben desempeñar los docentes.

Los Moocs como un laboratorio, un lugar para hacerse preguntas

Por mi parte, hablé relativamente “poco” de MOOCs y mucho de transformación educativa. Simplificando mucho, la pregunta que me hice antes de comenzar fue hasta qué punto los MOOCs pueden ayudarnos a redefinir y transformar la educación superior. El reto que tenemos por delante es, sin duda, adecuar la educación superior y el aprendizaje a la Era de Internet y de la conectividad ubicua. Es preguntarse cuáles son los cambios necesarios en las estructuras, las pedagogías y las metodologías para lograr un aprendizaje más relevante y más adecuado a la cultura digital en la que vivimos. Mi propuesta ayer, como en otras ocasiones, fue la de ver los Moocs como laboratorios. Entendiendo por laboratorio, un lugar donde se construyen buenas preguntas(Antonio Lafuente). Y por tanto, ver los Moocs como un lugar para hacernos buenas preguntas sobre la educación superior y su futuro.

Para abordar el tema de la transformación educativa hice un breve repaso a la historia reciente de la tecnología educativa. Centrándome fundamentalmente en los intentos realizados entre 1920 y 1960 de utilizar la radio, el cine y la tv como tecnologías transformadoras de la educación. La historia de la tecnología educativa es rica en ejemplos que muestran como ésta ha sido habitualmente una fuente de promesas incumplidas y también como reiteradamente hemos recurrido, hasta nuestros días, a las mismas metáforas (The school of the air, books of the air) y relatos (abrir el aula al mundo, traer a los mejores profesores, facilitar el acceso a la educación masivamente, motiva el aprendizaje a través del audiovisual…).

 

Text books of the air. 1932

Text books of the air. 1932

Hice también un aún más breve relato del concepto de abierto en la educación tomando como punto de partida la creación en 1969 de la Open University en Gran Bretaña. Durante varias décadas tras su creación el concepto de open en educación superior significó principalmente open entry. Acceso abierto a un gran número de candidatos. No hay que olvidar que en 1971, cuando comienzan los primeros cursos se matricularon alrededor de 20.000 alumnos lo que suponía un porcentaje altísimos del total de alumnos en universidades británicas que era de 130.000.

Hay que esperar más o menos hasta finales de los 90, principios del 2000, para que lo abierto en educación superior ampliase su significado a open content, open access. Es de la mano de la aún no suficientemente valorada iniciativa del OpenCourseWare del MIT y con la que se sostenía la idea, que aún no terminamos de asumir, de que en la era de Internet, los contenidos no valen “nada”. El valor de la educación está en otro lugar. Desde este concepto se abren enormes posibilidades para explorar el concepto de abierto en educación, concepto que ya va más allá del open entry de la OU e incluso del open access, y que nos permite hablar de cosas como open infrastructures, open credentials, open assessments, open educational resources, open competencies y finalmente open pedagogy y open school.

Martin Clavey_openscience

El concepto de escuela abierta nos permite aproximarnos a la transformación educativa esta vez no desde las tecnologías ni desde las metodologías sino desde la gestión del cambio organizacional. Sin entrar en más detalle describí el proceso de transformación puesto en marcha en la Escuela de Organización Industrial en el año 2008 cuyo modelo plasmamos en un artículo escrito a 8 manos titulado EOI Open Learning: un decálogo para la transformación del aprendizaje (Revista Arbor, 2011).

Estos tres puntos de vista (el tecnológico, el metodológico y el organizacional) me permitieron insistir en la idea de que para ser efectivo el cambio debe estar vinculado a las tecnologías de aprendizaje, a las aproximaciones pedagógicas, a los procesos y a los cambios organizativos. O, como ha expresado muy bien y en numerosas ocasiones, Michael Fullan:  “Only when system change knowledge, pedagogy, and technology are thought about in an integrated way can technology make a dramatic difference to outcomes” (Alive in the Swamp).

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Como he dicho al principio hablé poco de Moocs. Afortunadamente tanto Carlos Delgado como Johannes Heinlein hicieron una notable presentación del presente y futuro de los MOOCs. Yo me hice eco de las palabras de uno de los padres del concepto, de Dave Cormier y para lanzar una pregunta a los asistentes. Si tuviéramos que elegir, ¿qué sería insustituible en un MOOC?. En estos cuatro años, hemos visto como casi todas las letras de la palabra han sido sustituidas. Entre la infinita tipología existente hoy encontramos además de MOOCs, SPOCs, LOOCs, MOORs,…..La M de Masivo fue la primera letra en caerse. Demasiada mala prensa. Lo Masivo siempre ha estado vinculado con poca calidad. La otra palabra que hemos cuestionado sistemáticamente o que ha perdido parte de su significado  es la de Open, que en muchos casos ha dejado de ser open access o contenidos abiertos para volver a significar open entry, como en la Open University, como hace cuarenta años.

 Personalmente, sin embargo, si alguien me preguntase qué es lo insustituible de un MOOC respondería como una vez escribió Cormier: lo Masivo.

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Y diría también, como ha señalado David Wiley, que lo Open.

Massive y OpenAbierto y Masivo son, creo, los dos ingredientes clave de los MOOCs. ¿Es posible la educación superior abierta y masiva?¿Qué supone para el proceso aprendizaje pero también para las organizaciones y las estructuras educativas diseñar y sostener un aprendizaje abierto y masivo?.

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¿Están los Moocs sobrevendidos e infrautilizados? Los MOOCs son un hecho. Pasados seis años desde su origen y abandonado el ímpetu de los primeros momentos lo que nos queda es una enorme variedad de tipologías, de formatos, de diseños, de implementaciones y de desarrollos. Se puede decir que hay tantos MOOCs como alumnos, profesores, instituciones o investigadores dedicados a ellos. Son una realidad, un reto, una oportunidad y un desafío. Lo que parece claro es que están aquí para quedarse. Si persistirán en el futuro tal y como son ahora es ciertamente discutible, pero de lo que no hay duda es que tanto la formación online como el aprendizaje híbrido permanecerán. Su futuro probablemente será, como el de toda la formación online, la desaparición y la integración en los procesos de aprendizaje, independientemente de si estos son presenciales o virtuales. Su presente es, sin duda, el de ser plataformas de investigación. Laboratorios de innovación educativa. Lugares para hacernos buenas preguntas.

Dejo aquí la presentación completa del seminario de ayer.

Moocs: sobrevendidos e infrautilizados from Carlos Magro Mazo